Back with ZYGHT es el software ideal para el control crítico de los protocolos de seguridad para reducir el riesgo de contagio en la poscuarentena

El 3 de mayo de 2020, se publicó en Perú el Decreto Supremo No. 080-2020-PCM, que autorizaba la “Reanudación de actividades económicas en forma gradual y progresiva dentro del marco de la Declaratoria de emergencia Sanitaria Nacional por las graves circunstancias que afectan la vida de la Nación a consecuencia del COVID-19″. 

En concreto, la idea es que el reinicio de actividades se realice de forma progresiva, en 4 fases, e implementando en las empresas las normas de seguridad y salud en el trabajo necesarias para reducir al mínimo el riesgo de contagio de COVID-19.

Al parecer, dicho plan ya está a punto de finiquitarse

El 1 de julio se inició la Fase 3 de la reactivación de actividades económicas en territorio peruano con la apertura de miles de tiendas. 

Esto implica que, según el gobierno de dicho país, al finalizar este periodo más del 96% del total de la economía estaría en pleno funcionamiento.  

Ahora bien, el domingo 30 de agosto, el presidente Vizcarra anunció que la pandemia de COVID-19 está en su “etapa final”, luego de que se presentara una reducción significativa de los contagios y decesos durante la semana anterior al aviso.

De hecho, se espera que para octubre se empiece a ejecutar la Fase 4, lo que significaría la apertura de las actividades relacionadas con el entretenimiento. 

Los protocolos de seguridad serán indispensables

De acuerdo con un estudio del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), a agosto del año en curso 75.5% de las empresas de Lima Metropolitana se encontraban operativas. 

Con el alza final de la cuarentena, empezarían a operar el 100% de los negocios a nivel nacional, aumentando significativamente las posibilidades de contagio entre trabajadores.

Esto resulta preocupante si se tiene en cuenta que Perú presenta -a principios de septiembre- la tasa de mortalidad por COVID-19 más alta de América Latina. 

El virus aún está presente. Por lo mismo, tanto empresarios como trabajadores deben mostrar seriedad y responsabilidad a la hora de hacerle frente.

Para que el plan de continuidad del negocio en la fase poscuarentena arroje buenos resultados, es necesaria una adecuada gestión del riesgo laboral y la ejecución de los planes de seguridad y salud ocupacional a que haya lugar.  

Al respecto, hay que tener presente que, en el marco de la pandemia, el Ministerio de Salud aprobó la Resolución Ministerial “Lineamientos para la vigilancia de la salud de los trabajadores con riesgo de exposición a COVID-19”, que tiene como objetivo la vigilancia, prevención y gestión del riesgo laboral de los trabajadores expuestos a la enfermedad, y contribuir a la prevención del contagio en el ámbito del trabajo.

En general, esta resolución determina una serie de normativas, como:

• En todo centro laboral debe haber un plan de vigilancia, prevención y control del nuevo coronavirus.
• Realizar una limpieza y desinfección periódica de todos los ambientes laborales.
• Controlar la temperatura al momento del ingreso del trabajador.
• Cada empleado debe completar una Ficha de Sintomatología COVID-19.
• Lavado y desinfección de manos obligatorio.

Adicionalmente, se han aprobado protocolos de seguridad sectoriales para la reanudación de actividades económicas, que las empresas deberán implementar en función de la industria en la que se desenvuelven. 

Todo con el fin de garantizar operaciones en condiciones de salubridad.

La adopción de estas normas de seguridad y salud en el trabajo debe realizarse a conciencia y con el mayor profesionalismo posible. En dicha tarea, es indispensable implementar un sistema que gestione el riesgo ocupacional, como Back with ZYGHT. 

Se trata de un software de excelente calidad que ofrece un amplio portafolio de herramientas para gestionar de manera eficaz las repercusiones de la pandemia y los controles críticos de toda la cadena productiva y de servicios. 

De esa manera las empresas cumplen la normativa y lineamientos directivos, asegurando un plan de continuidad del negocio con riesgo reducido.