La industria minera evoluciona rápidamente a medida que se implementan nuevas tecnologías, como los vehículos autónomos, para mejorar la seguridad y la eficiencia de las operaciones.
Los vehículos autónomos ofrecen un gran potencial para el sector minero, pero conllevan una serie de consideraciones de seguridad para las personas y la continuidad operacional.
Para garantizar un funcionamiento seguro, en el lugar de trabajo, el Consejo Internacional de Minería y Metales (ICMM) ha elaborado normas que establecen directrices para su uso adecuado.
En esta nota analizaremos qué medidas ha puesto en marcha el ICMM para garantizar el funcionamiento seguro de estas máquinas autónomas, al tiempo que exploraremos cómo pueden las empresas mejorar aún más sus prácticas en relación con estas normas, para finalmente ver cómo se están adaptando las empresas a estas nuevas normas y qué pueden hacer para aumentar aún más los niveles de seguridad.
Visión general de los vehículos autónomos en la minería
Los vehículos autónomos ofrecen una serie de ventajas para la industria minera, como una mayor seguridad de los trabajadores y una mayor eficacia gracias a la eliminación del trabajo manual.
Las máquinas autónomas son capaces de navegar por su entorno sin intervención humana, lo que les permite desplazarse con rapidez y eficacia en entornos peligrosos.
La tecnología puede utilizarse para automatizar tareas como la carga y el transporte de materiales.
¿Cuáles son las recomendaciones de seguridad del ICMM para los vehículos autónomos en la minería?
El Consejo Internacional de Minería y Metales (ICMM) ha elaborado una guía de recomendaciones de seguridad para el uso de vehículos autónomos en las explotaciones mineras.
Estas recomendaciones se centran en garantizar el funcionamiento seguro de estas máquinas e incluyen medidas como la detección automática de obstáculos, el control para evitar colisiones y la supervisión a distancia.
Por ejemplo, una de las recomendaciones del ICMM sobre vehículos autónomos exige que el vehículo esté equipado con sensores y cámaras para detectar posibles obstáculos en su trayectoria y también debe disponer de un sistema de parada de emergencia en caso de situaciones inesperadas.
Además, estos controles indican que todas las máquinas se sometan a revisiones periódicas de mantenimiento y que funcionen dentro de los límites de velocidad especificados.
Para cumplir con estas recomendaciones de seguridad del ICMM, muchas empresas mineras han tenido que introducir cambios significativos en sus operaciones y procesos. Las empresas han implantado nuevos procedimientos, como sistemas de supervisión a distancia, formación mejorada para los operarios y protocolos de seguridad adicionales.
¿Cuáles son los peligros potenciales asociados a las tecnologías de vehículos autónomos?
Los peligros potenciales asociados a las tecnologías de vehículos autónomos son variados y deben tenerse en cuenta para garantizar un uso seguro en las operaciones mineras. Algunas de estas amenazas son:
Posibilidad de que se produzcan cambios inesperados en el entorno que no puedan ser detectados por los sensores y cámaras de la máquina, provocando colisiones u otros accidentes.
Potencial de error humano al supervisar y controlar estos vehículos a distancia. Esto podría dar lugar a una falta de comunicación entre los operadores y las máquinas, así como a ajustes incorrectos o averías en los equipos.
Exceso de confianza en la tecnología autónoma, lo que podría llevar a la complacencia o a reducir los esfuerzos de seguridad del personal.
Ataques de ciberseguridad, por agentes malintencionados que podrían acceder a los sistemas del vehículo y manipularlos con fines malintencionados.
Para cada una de estas amenazas, es impresindible generar los controles preventivos y mitigadores para los eventos de riesgo a las personas y las operaciones que se deben identificar en los procesos donde operarán este tipo de vehículos
Las recomendaciones del ICMM se han creado con el objetivo de mitigar estos riesgos, al tiempo que permiten a las empresas hacer uso de las tecnologías autónomas en sus operaciones.
Las empresas deben asegurarse de que cumplen estas normas de seguridad y crear protocolos adicionales para garantizar los máximos niveles de seguridad cuando utilicen vehículos autónomos en sus lugares de trabajo.
Además, debe proporcionarse formación continua para que los mineros estén familiarizados con los riesgos potenciales asociados a esta tecnología, así como con cualquier cambio que se produzca con el tiempo.
¿Cómo se están adaptando las empresas mineras a las normas del ICMM?
Las empresas pueden tomar una serie de medidas para mejorar aún más el funcionamiento seguro de las máquinas autónomas.
- Incorporar la seguridad relacionada a los equipos autónomos en el sistema integrado de gestión de seguridad y salud ocupacional de la compañía.
- Invertir en tecnologías de detección fiables y precisas que puedan detectar posibles peligros u obstáculos en el entorno. Esto ayudará a reducir el riesgo de que se produzca un accidente debido a que la máquina pase por alto estos peligros.
- Buscar tecnologías de navegación mejoradas, como el GPS y los sistemas de cartografía del terreno, para garantizar que estos vehículos autónomos sean capaces de abrirse paso con seguridad por distintos tipos de terreno.
- Asegurarse de que todos los operadores estén bien formados y conozcan a fondo el funcionamiento de estas máquinas para reducir el riesgo de que se produzcan accidentes por un uso indebido o por utilizar ajustes incorrectos. Las sesiones de formación deben incluir una visión general de la tecnología sin conductor, sus capacidades y los riesgos asociados. También es importante que los operarios se pongan al día periódicamente sobre cualquier cambio o evolución de esta tecnología, para que conozcan los nuevos protocolos de seguridad que deben seguir.
- Desarrollar protocolos de seguridad exhaustivos para sus vehículos autónomos que cubran todas las áreas, desde las comprobaciones previas a la operación hasta el mantenimiento posterior a la operación. Estos protocolos deben incluir directrices específicas sobre cómo deben funcionar estas máquinas, quién es responsable de su supervisión y qué medidas de seguridad deben adoptarse en caso de que se produzca un incidente mientras están en funcionamiento. Las empresas también deben revisar y actualizar periódicamente estos protocolos basándose en las opiniones de los operadores y los expertos del sector
- Habilitar sistemas de comunicación eficaces entre los miembros de las tripulaciones que manejan máquinas autónomas, así como con los supervisores que las vigilan a distancia. Esto ayudará a garantizar que todos los implicados tengan una comprensión clara de la situación en cuestión, de modo que los posibles problemas puedan identificarse y abordarse rápidamente antes de que provoquen un accidente o una avería.
Conclusiones y reflexiones finales sobre el uso de vehículos autónomos en las explotaciones mineras
En general, el uso de vehículos autónomos en las explotaciones mineras presenta una serie de ventajas potenciales para la seguridad.
Sin embargo, es importante que las organizaciones tomen las medidas necesarias para garantizar que estas máquinas se manejan de forma segura.
Si se tienen en cuenta estas medidas al desplegar esta tecnología, las empresas pueden beneficiarse de sus ventajas y, al mismo tiempo, mitigar los riesgos asociados a su uso.
En última instancia, la tecnología de los vehículos autónomos tiene el potencial de revolucionar nuestra forma de trabajar en muchas industrias -incluida la minería-, pero sólo si se siguen en todo momento las normas de seguridad adecuadas.
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